Diario del aislamiento Día 48: Los viernes, preguntas (VII)



Cuarenta y ocho días ya, que son muchos, sobre todo si cada siete días uno se dedica a hacer preguntas.



¿Todo bien? ¿Siguen bien de ánimo? ¿Empiezan a ver la luz al final del túnel? ¿No les alegra que ya se empiece a poder salir aunque sea sólo un poco? ¿Esperan como un león enjaulado que se permita salir de casa mañana? ¿O son acaso de los que ya han ido relajando el confinamiento de manera unilateral y por lo bajini? ¿Son Vds de los que se quedan en casa y hacen todo lo que les pide la autoridad? Si pertenecen a este último grupo, ¿se sienten de alguna manera algo tontos por cumplir la norma a rajatabla mientras otros ven a sus familias desde hace semanas, estiran las piernas, celebran reuniones? ¿O piensan que el problema es de los otros, que Vds hicieron lo que debían y pueden ir con la cabeza bien alta pase lo que pase? ¿Les pasa eso a menudo? ¿Se sienten raros por respetar los turnos, pagar sus impuestos, no hablar a voces en los conciertos, no invadir el carril bus, pagar lo que beben? ¿Están cansados de discutir que, si bien se puede encontrar justificación a muchos casos tomados individualmente, es imposible redactar una norma que abarque todas las excepciones posibles (y por tanto hay que evitar que cada uno individualmente decida lo que le parece mejor, creando así un precedente que pueda llevar a arriesgar el objetivo final de la norma)? ¿No les resulta la pregunta anterior enrevesada y digna del CIS?



¿Tienen Vds una opinión firme y clara sobre la idoneidad del calendario de desconfinamiento? ¿Son Vds de los que piensan que ya está bien y que ya era hora? ¿O son de los que piensan que esto es precipitado y que es muy posible que volvamos a ir hacia atrás si la cosa se descontrola? ¿Tienen ya una opinión firme sobre lo que puede pasar a partir de ahora? ¿O prefieren esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos para formarse una idea? ¿Sospechan que habrá quien se alegre si la cosa no va bien? Si el desconfinamiento resulta ser un descontrol y vuelve a resurgir con fuerza la infección, ¿creen que alguien intentará sacar rédito aduciendo que era demasiado pronto? Si por el contrario resulta que las infecciones no suben, las muertes tampoco y los hospitales vuelven a la normalidad tras el desconfinamiento, ¿creen que alguien intentará sacar rédito aduciendo que estaba claro que había que haber acabado con la medida hace tiempo? ¿Sospechan que, independientemente del resultado del desconfinamiento, los mismos intentarán sacar rédito por una cosa y su contraria? ¿Es posible criticar algo en igualdad de condiciones por ser excesivamente temprano y excesivamente tardío al mismo tiempo? ¿Es posible criticar una misma medida por excesivamente prudente e insuficientemente prudente a la vez? ¿Y, aun pareciéndonos imposible, cómo es posible que sepamos a ciencia cierta qué es lo que va a ocurrir y ya nos vaya a parecer normal?



¿Tienen idea de salir mañana a hacer deporte? ¿Son Vds de los que hacen deporte normalmente? ¿O van a aprovechar que llega el desconfinamiento para empezar a hacer deporte por la calle? ¿Es criticable que alguien que no hace normalmente deporte salga a correr ahora que se permite tras cincuenta días metidos en casa? ¿Tiene derecho la gente a decidir cuándo les da la gana empezar a hacer deporte? ¿O es mejor imponer requisitos previos tales como haber corrido al menos una carrera popular, acreditar la afición al running cuando aún se llamaba jogging o mostrar unas zapatillas especialmente diseñadas para correr y al menos un poco usadas para que le permitan a uno ir a correr por la calle? ¿No sería bueno que tras el confinamiento aumentara la práctica de deporte en el país? ¿Hay un censo nacional de runners, como lo hay de parados o de registradores de la propiedad? ¿Desde qué momento se deja de ser un gordito que trota y se empieza a ser runner fetén? ¿Los runners dicen runer o raner? ¿Sueñan los runners con ovejas corriendo?



Si salen mañana a correr tempranito, ¿creen que les verá alguien? Y si no les ve nadie, ¿saldrán luego por la tarde a dar un paseo aunque las salidas estén limitadas a una por persona y día? Si, total, no van a contagiar a nadie por la mañana, ¿les parece que pueden salir por la tarde también tal y como prevé la norma? ¿O creen que saltándose la norma de esa manera incumplen su deber cívico? ¿Estarían tranquilos consigo mismos saliendo por la mañana y luego por la tarde? ¿O sentirían que están incumpliendo y, por tanto, fallando a sus conciudadanos aunque nadie se percatara? ¿Si alguien les viera saliendo dos veces en un día y les afeara su conducta a voces, se sentirían agredidos por el excesivo celo ventanero a la hora de controlar a los vecinos? ¿O entenderían la irritación del que mira por la ventana, incómodo en su encierro y que ve cómo alguien tiene a bien saltarse la norma por su cara bonita?



¿Es aceptable que la gente denuncie a sus iguales a voces desde las ventanas? ¿O sería mejor para la convivencia vecinal que se abstuvieran al menos las primeras veces, dando un voto de confianza al infractor, en el convencimiento de que hay una buena razón que les lleva a romper las reglas? ¿Les resultaría exagerado pedir al infractor que, mientras corre por la mañana, lleve un gran cartel explicando su especial situación personal o fuera dando voces por las aceras dando cuenta de lo que le pasa, “me lo ha recomendado el médico”, “si no lo hago puedo terminar teniendo problemas”, “vengo huyendo de unos malhechores que me han tendido una emboscada”? ¿Y, si eso ocurriera, creerían Vds al infractor explicativo? ¿Nos fiamos realmente de que nuestros vecinos hagan ciertas cosas sólo cuando tienen buenas razones que podrían demostrar en un juicio? ¿O tenemos todos la sensación de que quien más y quien menos utiliza artimañas y mentiras en beneficio propio, buscando inmediatamente la trampa en cuanto conoce la ley?



¿Creen Vds que sus vecinos o Vds mismos están preparados para que se delegue el futuro del país en su propio sentido de la responsabilidad? ¿No les extraña que la respuesta a esta interrogación retórica suela ser “yo me fío de mí y sé que yo haré lo correcto, de quien no me fío es de la gente”? ¿Cree Vd que la gente opina lo mismo de Vd? ¿Cree Vd que tiene fama de persona recta y de principios? ¿Sospecha que le han pillado más de una vez en un renuncio y que, por tanto, en el fondo, la gente sabe que Vd será uno de los primeros en saltarse la norma y buscará una razón de peso que solo le convenza a Vd? ¿Somos, en definitiva, de fiar? ¿O tenemos claro que lo normal es que todos como sociedad tengamos una querencia innata a la trampilla y el fraude, lo que obliga al final a que nos tengan que tratar como a niños para que las reglas se cumplan?



¿No les molesta a Vds que les traten como a niños?





Playlist para el día 48, gentileza de la sagaz interrogadora Blanca DB: Questions, again



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